¿Alguna vez has pensado que orar tiene relación directa con tu bienestar y felicidad y, que a través de la oración puedes realizar grandes milagros en ti mismo?
Si eres de los que crees que orar es de cucufatos y de viejecitas, te vas a llevar una gran sorpresa al saber que la física cuántica lo recomienda como un medio para lograr grandes cambios en ti mismo y en el mundo que te rodea.
San Cucufato existió en el siglo IV y es tan antiguo como la oración; en las diferentes religiones del mundo orar es una práctica muy habitual.
En la religión católica, por ejemplo, además de la oración individual, se hacen cadenas de oración para potenciar aquello por lo que se pide; yo he sido testigo de verdaderos milagros, conseguidos a través de la oración masiva, pero quizá, esto aún no os convenza para poneros a orar.
La física cuántica, a través de muchos experimentos, ha demostrado que a través de la oración no solo mejora tu vida, sino que puedes afectar el pasado, presente y futuro.
Estos estudios se basan en que somos pura energía, al igual que todo lo que nos rodea; por lo tanto, cuando usamos esta energía a través de nuestras intenciones, pensamientos y emociones, podemos lograr verdaderos milagros en nuestra vida.
Joe Dispenza en su libro “Deja de ser tú” nos explica claramente como sucede el fenómeno de la oración, hecho que se demostró claramente en el experimento del HeartMath que aquí transcribo:
“El modelo según el cual los pensamientos se ven como la carga eléctrica y los sentimientos como la carga magnética en el campo cuántico me parece muy útil. Nuestros pensamientos envían una señal eléctrica al campo. Y nuestros sentimientos atraen magnéticamente situaciones en la vida. Al unirse, lo que pensamos y lo que sentimos produce un estado del ser que genera una huella electromagnética que a su vez influye en cada átomo de nuestro mundo. […] Cuando combinamos una emoción elevada con un corazón abierto, y una intención consciente con un pensamiento claro, hacemos que el campo nos responda de forma asombrosa”.
El experimento del HeartMath consistió en poder influir en el ADN que se había colocado en unos tubos de ensayo, se trabajó con tres grupos, los primeros solo debían poner el deseo, en el 2º grupo, deseo, más intenciones y, el 3º, solo intenciones, el grupo que logró que el ADN se enrosque y desenrosque varias veces, fue el segundo; de allí, que podemos decir, que la oración tiene un poder casi ilimitado y que todo depende de cómo se realice.
El Dr. Dispenza dice que según la ley cuántica:
«Todas las posibilidades existen simultáneamente, nuestros pensamientos y sentimientos afectan todos los aspectos de nuestra vida, más allá del espacio y el tiempo»
Es así, que si eres de los que oras, ya sabes en qué consiste el poder de la oración.
Si aún no lo has intentado, quizá sea un buen momento para empezar y es posible que consigas grandes cambios en tu vida, en ti y en el mundo que te rodea.
Orar puede ser ese granito de arena que podrías aportar para conseguir un mundo mejor, no ores solo para pedir, orar también, para agradecer.
Me ha gustado mucho. En este siglo XXI estamos aprendiendo que la ciencia y la espiritualidad van de la mano con experimentos como el que has contado. Gracias.