Luchar por conseguir nuestras metas y, lograr cambios que mejoren nuestra vida, nos permitirá también alcanzar la felicidad.

Obviamente es importante  saber qué se puede cambiar, lo que no podemos -porque hay cosas que son imposibles de cambiar- y finalmente tener la sabiduría y entereza, para reconocer la diferencia entre una y otra.

“La felicidad es la serenidad que se siente, cuando se tiene la certeza de estar en el camino correcto, avanzando con placer en la dirección elegida” (Jorge Bucay).

De esta definición de felicidad, podemos deducir la importancia que tiene marcarse unas metas en la vida y, si es necesario dar un giro total, para lograr aquello que deseamos y, avanzar con placer en la dirección elegida.

La psicóloga y coach Christina Curtis, en un artículo de El Confidencial.com, señala tres formas para poder conseguir todo lo que nos propongamos en la vida: fijarnos pequeñas metas, la planificación y rodearnos de personas positivas.

Las pequeñas metas nos animan y permiten dar el siguiente paso, los pequeños avances y cambios que logramos día a día, nos acercan a la meta final y, a la deseada transformación. Es importante trazarnos metas reales y, darnos el tiempo necesario para poder dar los pasos que nos llevarán hasta el final.

La Planificación, el blog Project Coaching, dice que: “Planificar, otorga sentido y direccionalidad. Y esta herramienta es una manera sistemática de pensar y actuar. Tu capacidad de pensar, planificar, actuar y decidir determina el curso de tu vida.

Con esta herramienta, nuestro propósito vital se traduce en objetivos concretos que facilitan la consecución de nuestras metas vitales y, por tanto, sentirnos más realizados y satisfechos”. El artículo de El Confidencial.com dice que “… Planificar multiplica por tres las probabilidades de realizar satisfactoriamente aquello que nos propongamos”.

Rodearse de personas positivas, el positivismo se contagia. Las personas negativas transmiten emociones y actitudes que dañan nuestra motivación y nos desmotivan. El blog Project Coaching dice que ‘modelar a otros, es una de las formas más efectivas de aprender, según los expertos […] el problema es que puedes aprender lo bueno, y lo malo también’.

Por el contrario, rodearse de personas con emociones negativas acaba mellando nuestra motivación y son un freno a la hora de alcanzar nuestros objetivos vitales.

En lo posible debemos tratar de rodearnos de personas que nos contagien su entusiasmo y positividad, no siempre es fácil, por ejemplo, no podemos elegir a nuestra familia; pero a nuestros amigos sí, como dice el blog Corazones en Red:

“La calidad de nuestros amigos determina la calidad de nuestra propia vida”. 

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