Diversos estudios han demostrado que reír y, pasarlo bien, ayuda a combatir el estrés, fomenta la creatividad, mejora nuestra salud y nos hace seres más sociables.

La sana diversión produce alegría y felicidad; además, es la forma más efectiva para que tu cuerpo pueda producir las llamadas hormonas de la felicidad, como las endorfinas, conocidas también como la droga de la felicidad.

Cuando nos divertimos nos salimos de nosotros mismos, de nuestras preocupaciones y nuestros patrones de pensamiento usuales. Así, al divertirnos nos recuperamos del desgaste emocional y psicológico, beneficiándose no solo nuestra parte emocional y espiritual, sino también, nuestra salud física.

La diversión es cosa seria

A veces las preocupaciones y responsabilidades hacen que se olvide el placer de la diversión.

Para divertirte no es necesario que busques actividades complicadas y costosas, basta con recordar que hacías para pasarla bien cuando eras niña y seguro que eran cosas simples y sencillas.

Ahora, con un poco de creatividad y entusiasmo puedes volver a encontrar la forma de conseguirlo.

Cuando el adulto ha perdido la espontaneidad, puede recurrir a algo que se le da mejor, el planificar, así  nos aseguramos la diversión.

Si no estructuramos nuestro tiempo libre, será más difícil que realicemos aquellas actividades que nos producen alegría y felicidad. ¿Recuerdas la última vez que te reíste a carcajadas con tus amigos?

Para planificar tus momentos de diversión, piensa en todo aquello que te hace sentir bien y relajado, como por ejemplo, salir con amigos divertidos, aficiones que puedas compartir,  salir a caminar o montar bici en grupo, practicar deportes, participar en juegos de mesa, bailar, etc., etc., etc.

La lista puede ser interminable, lo ‘divertido’, es que encuentres lo que a ti te hace sentir bien, recuerda que para divertirte necesitas a otras personas y que la inactividad y la pereza te impiden mejorar tu calidad de vida.

Una buena dosis de risas

Dejamos de divertirnos en parte por la falta de tiempo, y cuando lo tenemos, ya estamos muy cansados. Silvia Russek, psicóloga clínica,  dice que “creemos equivocadamente, que la única y mejor forma de descansar es acostarnos y ver televisión, y otras formas sedentarias a las que estamos acostumbradas.

Este tipo de actividades, sí nos ayuda a descansar físicamente, pero no elimina o disminuye el cansancio provocado por el estrés, las preocupaciones, los problemas, etc. Para este tipo de cansancio, lo mejor es divertirnos”.

Y citando a José Benigno Freire, profesor de la Universidad de Navarra, “la pereza no descansa; por el contrario, cansa. […] el aburrimiento cansa todavía más que la pereza”.

Una forma fácil de elegir tus distracciones es buscando entre aquellas que te aseguren una buena dosis de risas, está más que demostrado que estas contribuyen a nuestro bienestar emocional, físico y social.

Una carcajada provoca la segregación de diversas sustancias a nivel cerebral, siendo la producción más intensa la de endorfinas.

El carácter social de la risa también ayuda a que nos riamos más, seamos generosos, contagiemos más la risa y, también, podamos dar alegría y felicidad a otros.

Planifica cuanto antes tu próxima diversión, es en beneficio tuyo y de los que te rodean. Te invito a suscribirte a mi newsletter si aún no lo has hecho ya, porque allí comparto muchos trucos y consejos con mis suscriptoras y además serás la primera en recibir todas las novedades.

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