Como sabéis, siempre he sido una buscadora de la felicidad  -los que siguen este blog lo han podido comprobar a través de los más de 100 artículos publicados-  investigar sobre este tema me ha llevado a la conclusión de que todo lo que hacemos, tanto si acertamos, como si nos equivocamos, es para conseguir ser más felices.

Descubrir y conocer diferentes verdades y hechos, me ha permitido poder enfocar la vida de una manera diferente, desde una perspectiva más adecuada que ha aumentado mi capacidad para ser feliz. Actualmente trabajo para que las personas descubran su potencial para ser felices y, para que ese estado, sea lo más duradero y estable en el tiempo, por lo que es casi obvio, que también sepa aplicarme la lección, aunque debo confesar que no lo consigo tanto como quisiera.

Soy una convencida de que todos podemos mejorar la vida que nos ha tocado y, que además, tenemos las herramientas necesarias para conseguirlo.

SABER ESTAS 7 COSAS ME HA HECHO MÁS FELIZ

1.- La felicidad no depende de la cantidad de los bienes materiales que podamos acumular -teniendo como premisa de que se pueda satisfacer las necesidades primarias- aunque a veces ni siquiera son determinantes para conseguir sentirnos felices.

La felicidad no depende de circunstancias externas, como tener un coche último modelo, lo material es satisfactorio pero, no nos hace sentirnos queridos o realizados, porque eso viene de nuestro interior.

2.- Nuestra felicidad es producto de nuestras decisiones y elecciones, cada día nos vemos casi obligados a elegir y decidir. Tenemos la capacidad de crear nuestra realidad  conscientemente, de elegir lo que es mejor para nosotros y,  la libertad de decidir que queremos de la vida.

Podemos elegir entre lo bueno y lo malo, entre lo saludable y nocivo, entre la confianza y la desconfianza, entre la solidaridad y el egoísmo, entre el amor y la indiferencia, tenemos la capacidad de elegir qué y cómo queremos ser.

3.-Nuestra felicidad está influenciada por nuestra historia, por nuestro origen y niñez, pero cuando nos hacemos adultos conscientes, podemos y, tenemos el deber de decidir qué queremos de la vida.

Podemos elegir, entre esperar a ver qué nos depara la vida, o ser gestores de nuestro propio destino y actuar para que este sea como lo imaginamos y deseamos, no podemos cambiar nuestro pasado, pero podemos crearnos un futuro mejor.

“No puedo cambiar la dirección del viento, pero puedo ajustar mis velas para llegar a mi destino”, Jimmy Dean. Se trata de tomar las riendas de tu vida y alejarte del victimismo.

4.- La felicidad es la suma de pequeños momentos y de tener la certeza de que estoy yendo por el camino correcto. La felicidad no es permanente; la felicidad no consiste en estar bailando y cantando todo el día, la vida está llena de altibajos, de alegrías y tristezas. Se trata de acumular la mayor cantidad de esos pequeños momentos que nos dan felicidad, para que al final del día puedas irte a dormir satisfecho, con paz, tranquilidad y agradecimiento.

5.- La familia, seguida de los amigos, compañeros,  etc., son relaciones interpersonales que inciden directamente en nuestra felicidad. Todo lo que sucede en nuestra vida, tiene que ver con otras personas que estén directa o indirectamente involucradas.

A pesar de que no siempre podemos elegir con quién nos relacionamos, como es la familia; es importante saber elegir a las personas que aportarán felicidad a nuestra vida y, alejarnos de las que nos causan infelicidad.

Aquí debo deciros que la tolerancia es una virtud y, quién consiga dominarla, tiene el 50% de felicidad asegurada.

6.- Creamos más felicidad cuando hacemos felices a otros. La generosidad, el altruismo, la bondad y la misericordia, son sentimientos que albergan un gran contenido de felicidad, no solo nos hacen sentirnos mejor, sino que genera un intercambio muy poderoso de emociones y sentimientos entre las personas.

7.- Podemos aprender a ser felices. Si, ser feliz puede aprenderse; como por ejemplo ser más positivos y encontrar el lado buenos de los acontecimientos; aprender a reír más, alimentarnos adecuadamente, hacer ejercicio, controlar nuestros pensamientos negativos, elevar nuestra autoestima, meditar, aprender a dominar nuestras emociones negativas son algunas de las muchas cosas que podemos hacer para ayudarnos a ser más felices.

Para terminar, os diré que ser feliz no es tan difícil como parece, que ser feliz no es solo llegar a la meta o conseguir algo, es más bien saber disfrutar de cada día y que cada logro es parte de ese gran montón que es la felicidad.

Busca día a día esas pequeñas cosas que alimentan tu bienestar y equilibrio interior y poco a poco, casi sin darte cuenta, habrás aprendido a ser feliz.

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