Poder comunicarnos adecuadamente con las personas que nos rodean, saber relacionarnos con otros de igual a igual y, poder expresar lo que realmente deseamos, nos hace ser asertivos y, es una de las habilidades sociales más importantes y deseables en diferentes situaciones de nuestra vida y todo esto nos conduce, a un buen nivel de autoestima.
Olga Castanyer Mayer-Spiess en su libro «La asertividad, expresión de una sana autoestima», dice que las personas asertivas “conocen sus propios derechos y los defienden, respetando a los demás, es decir, no van a ganar, sino a llegar a un acuerdo”.
La autoestima es el sentimiento de aprecio o rechazo que tenemos de nosotros mismos y, que a su vez, está basada en factores como la habilidad para relacionarnos con los demás, la autoimagen y, también, los logros (materiales y no materiales) que conseguimos.
La Dra. Castanyer lo expresa perfectamente cuando dice que, “la valoración que una persona tiene de sí misma es decisiva a la hora de encarar los obstáculos y adversidades que se le presentan” y, dependerá de su conducta y como resuelve las diferentes situaciones de su vida.
Cuando no conseguimos que los demás respeten nuestros derechos o, cuando sentimos que las cosas se nos van de las manos, porque no sabemos o, no podemos, expresar lo que sentimos y deseamos, nuestra autoestima se ve disminuida, con la consiguiente sensación de incapacidad para gobernar nuestra propia vida y, la pérdida de valía personal, siendo asertivos, conseguimos revertir esta situación.
En esta frase podemos resumir lo que significa el comportamiento asertivo: “Ser asertivos significa encontrar el punto de equilibrio entre defender nuestras ideas con agresividad o no defenderlas en absoluto por miedo a la reacción del otro. Encontrar ese punto es importante a la hora de defender tus ideas de forma efectiva para la mejora de tu autoestima”.
El ser asertivos nos permite sentirnos plenos y realizados y, dependerá, de cómo manifestamos nuestras emociones, nuestros pensamientos y, comportamientos para conseguir una adecuada asertividad.
Hay dos tipos de conductas opuestas que describen la no-asertividad: Las inhibidas, incapaces de expresar sus sentimientos y defender sus derechos y, en consecuencia, son personas, no son tomadas en cuenta; las agresivas, que solo miran por sí mismas y pisotean los derechos de los demás y, que consiguen ser personas evitadas por su agresividad.
CARACTERÍSTICAS UNA PERSONA ‘NO’ ASERTIVA:
Tienen un bajo nivel de autoestima
Son inhibidas, sumisas, pasivas y, retraídas
Adoptan el papel de víctima y hacen sentir culpable a los demás
Tienen repentinos estallidos desmesurados de agresividad, como resultado de la acumulación de tensión y ansiedad que no saben controlar.
Su comportamiento inadecuado los hace poco sociables
Suelen ver el mundo blanco o negro.
En algunos casos suelen ser personas resentidas
Cargan con responsabilidades y obligaciones de otros.
Son personas sacrificadas.
Pueden presentar problemas somáticos.
CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA ASERTIVA
Tiene un nivel alto de autoestima
Se respeta a sí mismo y se siente responsable de su vida y de sus emociones
Sabe expresar sus sentimientos y se conoce a sí mismo
Sabe expresar su punto de vista, respetando el de los demás
Sabe decir no, o mostrar su postura hacia algo, sin sentirse culpable.
Sabe pedir favores
Tienen bien establecidos los límites personales y son respetadas.
En forma amable, pero firme determina quiénes son sus amigos y quiénes no.
Sabe reaccionar a un ataque, es capaz de afrontar adecuadamente los conflictos, los fracasos o los éxitos.
Da una imagen de persona congruente y auténtica.
Ser asertivos, es algo que se aprende, generalmente es algo que se adquiere a través de las diferentes experiencias de nuestra vida, en caso de no poseer esta habilidad, podemos entrenarnos y, poco a poco iremos adquiriendo la destreza necesaria, solo es cuestión de practicar, en el siguiente post hablaremos de qué podemos hacer para ser más asertivos. Feliz semana.