Aunque no lo puedas creer, el ejercicio físico, además de ponerte en forma, hará posible que te sientas feliz; el ejercicio estimula los estados emocionales, aumenta la autoestima y nos transmite una agradable sensación de felicidad.
El ejercicio físico libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, cuya estructura es muy parecida a las sustancias opiáceas como el opio, la heroína y la morfina, pero sin los efectos nocivos de estas. Las endorfinas actúan como analgésicos, combaten la fatiga y dan vitalidad.
En la página web ‘Alimentación Sana’ dice que el sedentarismo y comer más de lo que necesitamos nos hace acumular grasa y perder la figura y, que:
“…fumar te hace arrugarte prematuramente y tu piel se vuelve pálida y grisácea por la mala oxigenación sanguínea. Estar constantemente estresado o desvelado también deterioran tu organismo y tu físico, ocasionándote pérdida de autoestima”.
En un artículo de MujerHoy.com señala la práctica de ejercicio físico como una de las maneras de poder ser más feliz, esta recomendación fundada en la psicología positiva, recomienda que
“…aunque solo sean diez minutos diarios, esta actividad marcará la diferencia en tu estado de ánimo. Psicólogos, médicos, biólogos, psiquiatras… todos coinciden en que la actividad física es un potenciador de la felicidad”.
En un post del blog de Gemma Salas en el periódico digital El Mundo, señala el ejercicio físico como uno de los secretos para ser feliz, ella dice:
“Tanto vale un paseo diario (andar), una sesión de yoga, stretching o Pilates, ir en bicicleta, correr, bailar, jugar a tenis, etc. Sea lo que sea. Es necesario «mover» el cuerpo […] pueden servir para ‘descargarse’ después de una jornada de trabajo estresante […] También aumenta la autoestima, ya que aprender a gestionar, controlar y mejorar las propias capacidades, ayuda a sentirse en forma, y bien con uno mismo”.
Sabiendo todo esto estimados amigos no queda más que plantearnos hacer ejercicio, ya saben, pueden escoger el que más se acomode a cada uno de vosotros, según su estado físico, disposición de tiempo y preferencias, lo importante es espabilar y ponernos manos a la obra para sentirnos felices.