La acción de orar nos conecta con nuestro Dios, es una forma de encontrarnos con nosotros mismos y conocer nuestra propia esencia, cuando oramos exteriorizamos nuestro sentir.
“Mantener el espíritu limpio y lleno de paz es una premisa de casi todas las personas del mundo, no importa cuál sea su creencia religiosa o su cultura, es por ello que se podría decir que todas las personas buscan mantener una vida tranquila y serena, con la que puedan a llegar a encontrar un equilibrio completo entre su vida normal y la dimensión espiritual”. (Periódico digital ‘La Jornada’)
Meditar nos permite obtener respuestas, que en el ámbito espiritual se encuentran dentro de nosotros mismos, es una forma de escuchar a ese ser superior que habita en nosotros. Así completamos los dos actos: hablar y escuchar. La paz, el sosiego y la esperanza que pueden brindar la meditación y oración, se transforma en felicidad.
“Los seres humanos solemos tener una máscara hacia fuera, hacia los demás: mostramos lo que no somos. Hacia adentro, hacia nosotros mismos, solemos engañarnos: creemos lo que no somos. Solo en la oración descubrimos la verdad sobre nosotros mismos: Dios nos enseña cómo somos realmente, cómo nos ve El.” (Homilia.org).
Creer en Dios puede hacer que la vida sea más feliz”, dice en un artículo del periódico digital ‘El Mundo’ allí explica que según un estudio presentado en una conferencia de la Royal Economic Society y que contiene información proporcionada por miles de europeos, sugiere que las personas religiosas pueden reaccionar mejor ante eventos como perder el trabajo o divorciarse porque tienen un nivel más alto de satisfacción con las cosas de este mundo.
Pienso que orar y meditar nos permite ser más felices, es la mejor manera de dar paz a nuestra vida, es verdad que muchos no creen en la religión, ni en sus instituciones, pero yo pregunto qué culpa tiene Dios, una cosa es dejar de creer en la iglesia y sus representantes y la otra, en Dios.
La fe es indispensable para vivir, solo ella hará posible que podamos seguir adelante a pesar de las dificultades que se atraviesen en nuestro camino, a través de la fe obtenemos la fuerza para luchar y mejorar y, para pensar que siempre puede haber un mundo mejor.
La fe incluso puede ser un mecanismo psicológico de defensa y, esto se demuestra a través de un estudio realizado por el profesor de Estudios Religiosos Dan Cohen, en un artículo publicado en el periódico El Confidencial:
“Las personas creyentes son más felices y cuentan con una mejor salud mental que los ateos o agnóstico. La buena salud mental de las personas que se recuperan de distintas enfermedades, como el cáncer, las lesiones de médula espinal, los traumatismos cerebrales o la apoplejía, guarda una relación directa con las creencias espirituales y, sobre todo, con las prácticas religiosas resultadas que […] deberían ser tenidos en cuenta para adaptar los tratamientos y programas de rehabilitación a las inclinaciones espirituales de cada individuo”.
Os dejo con una reflexión de la madre Teresa de Calcuta :
“Muchas vocaciones están en crisis, no se realizarán. Muchas familias sufren dificultades, se separarán y se pelearán. Mucha gente pierde el gusto por la vida y el trabajo, están descontentos y vacíos. Y todo esto porque se ha abandonado la oración” (Homilia.org).
ME ENCANTO ESTE ARTICULO, Y MAS ALLA DE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS DE CADA UNO, EL ESTAR EN LA ORACION, CADA DIA NOS DA LA FUERZA, PARA SEGUIR ADELANTE, MUCHAS GRACIAS!!,